Revista MadridistaReal
·2. Dezember 2024
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Tras el batacazo en Liverpool, había cierto miedo a la reacción que podría tener el madridismo en el Bernabéu. Demasiadas facturas que pasar y una Champions alejada de las expectativas reale del equipo.
Sin embargo, hay ocasiones en las que el fútbol sí tiene memoria. El pasado domingo ante el Getafe la afición madridista decidió animar antes de juzgar a nadie.
Había expectación sobre cómo se recibiría al equipo tras la derrota en Liverpool, más aún sobre cuál sería la actitud del aficionado con Kylian Mbappé, tras su decepcionante partido en Inglaterra.
No hubo dudas, la grada animó al equipo y al francés. No hubo juicio a la plantilla que hace unos meses levantó la decimoquinta, tampoco al recién llegado Mbappé.
Y es que si algo ha demostrado este equipo, es que nunca se le puede dar por muerto en octubre. Algo que la afición parece haber entendido con una actitud más paciente de lo que cabría esperar fruto de los últimos éxitos.
El madridismo ha dictado sentencia, esperará al Real Madrid y así lo hará también con un Kylian Mbappé que sigue anotando goles durante el proceso de explosión total.
Por el momento, entre todo el ruido mediático, el equipo ha conseguido recortar la desventaja en liga. Tratará seguir sumando de 3 en 3 en San Mamés. Partido complicado para los de Ancelotti que tendrán ganas de dar un golpe encima de la mesa. No hay mejor escenario que en La Catedral y frente a un enorme rival como el Athletic.
En Champions, el objetivo será contar los partidos restantes por victorias, clasificarse para la siguiente fase y esperar resultados para que sea entre los 8 primeros.
Ancelotti se ha cansado de repetirlo: «vamos a competir» y el madridismo ha decidido darle el beneplácito de la duda, depositando su fe en un dogma casi espiritual: el Real Madrid siempre florece en mayo. Mientras tanto, el invierno parece menos frío en la capital.