El rumor está en la calle: No hay química entre ellos. Y son titularísimos de Flick | OneFootball

El rumor está en la calle. Y no es nuevo. Ya empezó a circular la temporada pasada.

Tiene que ver con la escasa química que preside las relaciones entre dos jugadores titularísimos de Hansi Flick.

No se buscan y se encuentran lo justo y necesario. Fuera del césped apenas se relacionan y en el campo interactúan por el bien del equipo, pero no hay un vínculo especial que les una.

La relación entre Lewandowski y Lamine Yamal es sencillamente "correcta" | Getty Images

Y sorprende, porque por sus posiciones en el campo están condenados a entenderse. Lo bueno del caso es que se entienden a las mil maravillas en su faceta profesional.

Ahí no hay diferencias que valgan y se pasan la pelota sin mirar a quién se la dan.

Broncas en pleno partido que ya son historia

Se trata de Robert Lewandowski y Lamine Yamal. La relación entre ambos es correcta, profesional, de compañeros, pero no de amigos.

Un problema de celos, apunta Don Balón. Aunque más bien es una falta de química entre ambos. No existe feeling entre los dos.

Y Lamine Yamal no es el único que no conecta con su compañero polaco. Hay más. Y ya la temporada pasada vimos escenas sobre el césped con  broncas en público de Lewandowski al chaval de 16 años.

Ahora Lamine solo tiene 17, pero ya es alguien en el fútbol. Incluso a día de hoy más cotizado que Lewandowski, y ya no acepta riñas en público. Se han acabado.

Compañeros sí. Amigos no: se respetan pero no se quieren

No se buscan, ni se encuentran, pero Lamine vive su pasión y profesión de tal manera que  es capaz de descubrir el mejor movimiento para que Lewandowski lo convierta en gol.

Aunque Lamine ya no salta al césped a buscar a Lewandowski, como le marcaba Xavi. Ahora busca a todos sus compañeros.

Flick preferiría que Lewandowski y Lamine Yamal tuvieran una relación más estrecha | Getty Images, Madrid-Barcelona

Y ahí queda la cosa. Son compañeros que se respetan, no amigos que se quieren.

Es algo normal en una convivencia de 25 futbolistas entre los que se cruzan afinidades y diferencias de carácter. Lamine tiene sus amigos y Lewandowski también. Pero nadie les verá por la calle tomándose una cerveza juntos.