Agente Libre Digital
·15. Dezember 2024
In partnership with
Yahoo sportsAgente Libre Digital
·15. Dezember 2024
Un duelo entre dos de los españoles habituales en los bombos de las principales competiciones del continente en los últimos años, al que llegaban sin haber conseguido lograr una victoria liguera por lo menos en sus respectivos últimos 3 choques, uniéndose en el caso del Real Betis con Conference League, en la que lograron vencer por fin el jueves en Moldavia.
El encuentro estuvo dirigido por Cuadra Férnandez, dió comienzo a las 18:30 y contó con la presencia de 18.857 aficionados.
Primeros minutos con un ritmo controlado, en los que los dos cuadros se tantearon mutuamente, con el fin de no cometer errores en la salida de balón que pudiesen condicionar las estrategias de juego desde primera hora del encuentro.
Lance de juego en los primeros minutos. (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)
Pero pronto este tanteo se se convirtió en el escenario perfecto para que el juego se activase. El guión del partido entonces dió un giro drástico, comenzando a verse cada balón como una guerra, con mucho derroche físico por parte de ambos, llegando entonces las primeras ocasiones y acercamientos a puerta.
Las oportunidades más claras llegaron sobre la portería groguet, y, llegados a la primera media hora de juego, un gran centro de Abde Ezzalzouli encontró la cabeza de Vítor Roque para que «o Tigrinho» marcase su cuarto gol en liga, adelantando a su equipo con una brillante ejecución y un remate de muy bella factura.
Gol de Vítor Roque. (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)
Con el partido completamente loco, ocurrió una de las acciones más determinantes de la tarde, en la que el Villarreal pasaría a estar en superioridad numérica tras la expulsión del Chimy Ávila, apenas minuto y medio después del gol bético.
Intentaron entonces los amarillos dar un paso al frente en lo que a organización de juego se refiere, aunque la zaga visitante ajustó bien sus filas, impidiendo de esta forma cualquier acercamiento peligroso a su portería.
Así se llegó al entretiempo.
De poco sirvió la arenga de Marcelino García Toral a los suyos en el vestuario, pues el equipo salió dormido a jugar, y recién el árbitro indicó la reanudación, un zapatazo del jugador ex del Villarreal Giovanni Lo Celso, hizo que la brecha en el electrónico creciese, marcando en la vuelta a la que un día fue su casa.
Lo Celso pide perdón a la grada local tras marcar. (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)
A raíz del gol visitante, el partido volvió al ritmo alto que vimos en la primera mitad, con un Villarreal más entero que su rival tras la expulsión.
Los locales, con el empuje del público, que no se vino abajo, trataron de aprovechar los huecos que poco a poco, la fatiga iba dibujando en el esquema bético, y aprovechando un centro lateral que Marc Bartra no atinó a despejar, Álex Baena, tras un control orientado con el pecho, marcó el gol de la esperanza.
Este momento sirvió para espolear a los asistentes, y el Villarreal entonces tomó la iniciativa, mientras que los andaluces jugaron sus cartas adecuadamente, replegando y buscando opciones a la contra que les permitiesen liquidar.
Abde y Yeremi Pino pugnan por hacerse con el balón. (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)
Siguió el submarino buscando centros laterales que pudiesen hacer temblar los cimientos de la defensa rival, acaparando el protagonismo del balón, pero sin fortuna, pues los remates a estos no cogían portería o simplemente no se realizaban.
En uno de sus último intentos, el guardameta Fran Vieties sacó con la pierna un disparo de Baena desviado por Barry, desbaratando una buena ocasión, que en caso de acabar en gol, debería haber sido revisada en la sala VOR.
El partido siguió con este ritmo hasta su término, pero finalmente el Betis supo resistir y sumaría 3 puntos que le acercan a los puestos de acceso a competición europea.
El marcador no se movería más, confirmando de esta manera el asalto verdiblanco a la Cerámica.