El Albacete se blinda respecto a su buque insignia | OneFootball

En un mercado de verano que se mueve con vértigo, hay clubes que prefieren aferrarse a lo esencial. El Albacete Balompié ha decidido no abrir la puerta a uno de sus pilares, Jon Morcillo, cuya figura ha crecido hasta convertirse en emblema del equipo. Según ha podido saber Fondo Segunda, el club ha rechazado ya varias propuestas por el extremo vasco, dejando claro que solo saldría si alguien decide abonar su cláusula de rescisión.

Esa cláusula, según fuentes consultadas por este medio, estaría situada entre los 2,5 y los 3 millones de euros. Una cifra que, hasta ahora, nadie ha estado dispuesto a alcanzar. Pero más allá de números, lo que realmente inclina la balanza es la voluntad del futbolista. Y en este momento, Morcillo quiere seguir en Albacete.

Estabilidad y compromiso

Tras años de idas y venidas, de cesiones e incertidumbres, Jon Morcillo ha encontrado en el Carlos Belmonte un lugar donde sentirse pleno. Se ha reencontrado con su mejor versión. Y con una grada que lo ha convertido en uno de los suyos. “Aquí me siento valorado”, habría comentado en su entorno más cercano. Y esa sensación de pertenencia pesa más que cualquier tentación exterior.

El club, por su parte, no solo se remite a la cláusula para frenar el interés. También ha iniciado conversaciones para intentar renovar su contrato, que actualmente se extiende hasta junio de 2026. El objetivo es claro: blindar al jugador más allá del corto plazo. Y consolidar un proyecto donde Morcillo sea bandera.

Un verano sin sobresaltos para el Albacete

El mensaje que lanza el Albacete con esta firme postura es rotundo. En una plantilla que necesita equilibrio y referentes, Jon Morcillo es innegociable. Su continuidad es vista como una pieza clave para el nuevo curso. Tanto por lo que aporta dentro del campo como por su implicación fuera de él.

Mientras tanto, los aficionados respiran aliviados. Porque en tiempos de cambios, retener a quienes de verdad sienten el escudo es casi tan importante como fichar. Y Morcillo, hoy, no solo juega en Albacete. También lo siente, lo defiende y lo representa.