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·25. November 2024
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Antes de comenzar con el razonamiento de esta opinión, es importante que el lector conozca que Frenkie de Jong no es un futbolista del agrado del autor. Le ilusionó su llegada procedente del Ajax, pese a pensar que estaba sobrepagada. Confió en él y en su potencial durante bastante tiempo, pero la eterna promesa tiene ya 27 años. La parsimonia con la que transita por el verde es impermisible y está lejos de la exigencia que pide Flick.
Esta temporada se está quedando desfasado. Con la llegada de savia nueva, vista en futbolistas como Casadó o Bernal, sumada a lo que ya había, los Pedri, Gavi o Fermín; el de Arkel se está quedando muy atrás. Asimismo, su inconsistencia física hace muy difícil que pueda ser importante en un club que quiere aspirar a lo más alto.
El problema con Frenkie de Jong no es de ahora. Su falta de intensidad es notable desde hace tiempo y se volvió a demostrar en la jugada del empate del Celta. Solo hay que comparar a Héctor Fort, de 18 años, con el neerlandés. Mientras que el más joven se lanza a ras de suelo para tapar una opción de disparo, el centrocampista optó por quedarse mirando. En redes sociales catalogan este fenómeno como la 'defensa Bluetooth', término inventado a medida para el neerlandés.
No obstante, como se indica en el inicio del anterior párrafo, es algo que viene pasando desde hace tiempo. Nadie duda de las aptitudes del futbolista, que posee un talento inmenso con el esférico, una conducción pasmosa con la que romper líneas y una visión de juego muy buena. El problema es que estas cualidades, en muchas ocasiones, no se aplican correctamente. Asimismo, la falta de intensidad solo empeora su desempeño.
Además, ahora hay que sumarle que tiene el tobillo en mal estado, una lesión que ha admitido públicamente que le preocupa. Fue convocado a la Eurocopa con Países Bajos, pero acabó marchándose de la convocatoria por no estar en forma. Comenzó la temporada en octubre, pero su estado fisico no le ha permitido terminar ni un solo partido. Evidentemente, esto es una desgracia que él sufre en primera persona, no se está criticando, pero también suma a que no se pueda contar con él.
El descontento de la afición con el rendimiento de Frenkie solo va en aumento. Está claro que los futbolistas jóvenes surgidos en la cantera están mejorando por mucho el rendimiento del neerlandés. Flick confía en poder sacar provecho del jugador, aunque el escenario parece de lo más improbable.
Por otra parte, tampoco contentan las actuaciones del jugador en los despachos. Hace meses que el Barça intenta sentarse a negociar con él una renovación de contrato, pero él no da una respuesta. El club blaugrana quiere evitar que De Jong se vaya como agente libre y, si es posible, rebajar los emolumentos que percibe. No obstante, el silencio es la postura del centrocampista. ¿Son estas las actitudes que representa un capitán? ¿Es este el ejemplo que deben tomar los jóvenes? No está a la altura de un club como el FC Barcelona.