Cristiano planea su última gran batalla con Messi | OneFootball

El Mundial de Clubes 2025 podría reunirlos una vez más, pero en un escenario inesperado. La opción de Brasil cobra fuerza mientras su salida de Arabia se acelera.

Cristiano Ronaldo no quiere despedirse en silencio. A sus 40 años, el astro portugués estudia cómo cerrar su carrera con un último capítulo épico. El escenario podría ser el Mundial de Clubes 2025. Y el rival, una vez más, Leo Messi.

Después de una temporada sin títulos en Al-Nassr, fuera de la Champions asiática y con varios gestos de frustración pública —como simular que se dormía tras perder ante Al-Ittihad—, el cinco veces Balón de Oro empieza a asumir que su etapa en Arabia Saudí toca a su fin. Su contrato termina el próximo 30 de junio, y ni los números ni el ambiente invitan a una renovación.

A todo esto se suma un factor clave: la pérdida de incentivos fiscales que hacían atractiva su estancia en el Golfo. El descontento deportivo y la falta de objetivos reales han provocado un cambio de rumbo en sus planes.

En este contexto, ha surgido con fuerza la posibilidad de que Cristiano fiche por un club brasileño ya clasificado para el Mundial de Clubes. Palmeiras, Flamengo, Fluminense o Botafogo estarían en condiciones de inscribirle para el torneo, que arranca el 14 de junio. Una oportunidad única para medirse de nuevo con Messi, quien lo disputará con Inter Miami como campeón de la MLS.

Según medios locales, uno de esos clubes habría tanteado su fichaje con el respaldo de inversores externos, al estilo de lo que ya ocurrió con Neymar en Santos o Memphis Depay en Corinthians. El proyecto es costoso, pero factible.

No obstante, Palmeiras se ha desmarcado de inmediato. Su presidenta, Leila Pereira, calificó los rumores de “absurdos”. En cambio, ni Fluminense ni Botafogo han emitido comunicado alguno, alimentando así las especulaciones.

Cualquier operación requeriría una rescisión anticipada del contrato actual y una inscripción exprés en el fútbol brasileño. El tiempo apremia, pero el objetivo lo merece: un último cara a cara entre dos leyendas que marcaron una era.