Baliño descartó una expulsión en la falta a Zenón y explicó las polémicas de Boca-Gimnasia: «Hubo una de roja para cada lado» | OneFootball

El encuentro entre Boca y Gimnasia que terminó con victoria del Xeneize en los penales y la posterior clasificación a las semifinales de la Copa Argentina, dejó mucha tela que cortar. Además de la violencia que se vivió en las tribunas, hubo muchas polémicas que mancharon el arbitraje de Jorge Baliño. En exclusiva con TyC Sports, el colegiado explicó por qué no expulsó a Nicolás Garayalde tras la patada que lesionó a Kevin Zenón y confesó que hubo algunas jugadas que merecieron una sanción mayor.

A pocos minutos del final del encuentro, Kevin Zenón recibió una pelota en mitad de cancha y fue derribado bruscamente por Nicolás Garayalde, que había entrado poco antes. Con la pierna recogida envolvió el tobillo izquierdo del ex-Unión que, tras los estudios, se confirmó que sufrió un esguince moderado en su tobillo izquierdo. El juez cobró la falta pero no mostró ninguna tarjeta.

«En la jugada de la lesión de Zenón, y se lo expliqué a Fernando Gago cuando terminó el partido, fue un accidente de juego porque la lesión se produce con la pierna que venía por detrás, pero la pierna que cruza y comete la infracción tal vez tenía la temeridad como para tarjeta amarilla, pero no para roja. La lesión termina siendo una consecuencia del juego», explicó Baliño. Y posteriormente admitió: «Nobleza obliga, el asistente que estaba de ese lado me decía que era para amarilla y yo decidí que no. Son evaluaciones de momentos, de segundos y la evalué de esa manera».

Además de esa jugada, que tomó repercusión por las consecuencias sufridas por el volante de Boca, hubo otras acciones polémicas que el propio árbitro admitió que merecieron una sanción mayor: «Hubo una de roja para cada lado. La de Briasco del primer tiempo tuvo una intensidad alta. Y tal vez la de Pol Fernández sobre el final también hubiera merecido otra cosa más».

Muchos señalaron que en la de Pol, que vino inmediatamente después de la patada a Zenón, el colegiado actuó condicionado. El propio Baliño descartó la teoría: «A esta altura de mi vida no me condiciono por decisiones anteriores, simplemente en el momento la evalué de esa manera».