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·7 de noviembre de 2019

La explicación al déficit financiero de Atlético Nacional en 2018 reportado por Supersociedades

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Este jueves la Supersociedades entregó el informe sobre el comportamiento financiero del fútbol colombiano. Los 36 clubes de primera y segunda división entregaron sus reportes ante la autoridad que los consolidó para revelar cómo están económicamente.

En las generalidades encontradas, se vio que “los ingresos operacionales disminuyeron en 12,6%, por la disminución de ventas en derechos deportivos de $123,5 mil millones”. También que “los rubros más representativos en ingresos para la categoría A son: taquilla con 19,7% y venta de derechos deportivos con 18,8%.” así como las pérdidas de $61.900 millones que tuvieron los clubes categoría A.


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Entre toda la información, se destacó la situación de Atlético Nacional, equipo más importante del país, que no tuvo un 2018 fácil desde los números. Los antioqueños reportaron incremento en los pasivos, así como disminución de los activos y patrimonio. De esos $61.900 millones de pérdidas en los clubes categoría A, los Verdolagas aportaron más del 50% con $37.100 millones. La explicación a esta debacle tiene varios frentes.

1. La disminución en los ingresos operaciones: Si bien Nacional fue el segundo en la lista con $58.200 millones de pesos, reportó $77.400 millones menos que en 2017. Entre otros varios factores, gran parte de esa enorme diferencia estuvo en la venta de jugadores del club: pasó de obtener ingresos por poco más de $100.000 millones de pesos de cuenta de Marlos Moreno, Davinson Sáchez, Orlando Berrío, Miguel Borja, Matheus Uribe, Andrés Ibargüen y una larga lista de aquel equipo que conquistó el continente entre 2016 y 2017, a solo $18.000 millones por las ventas del siguiente año.

2. El aumento en el gasto: El club ganó la Libertadores 2016 con una nómina mensual de $2.000 millones de pesos aproximadamente. Luego fracasó en la misma competencia del 21018 con una nómina mensual de $4.000 millones. La eliminación ante Atlético Tucumán le significó al Verdolaga cerrar el año con saldo en rojo, pues necesitaba llegar por lo menos hasta la semifinal del torneo para quedar en punto de equilibrio. En plata blanca, Nacional terminó ganando solo una Copa Águila con una nómina dos veces más costosa que la campeona de América.

3. Mala administración: En concordancia con el punto anterior y como punto de inflexión, estuvo el manejo que se le dio a la institución en 2017. El primer semestre lo salvó desde lo deportivo con la Liga y la Recopa Sudamericana, pero el segundo semestre fracasó tanto en Liga como en Copa Águila. Parte de ese fracaso fue de la mano con las contrataciones, empezando por la de Juan Manuel Lillo, seguida por jugadores como Gorka Elustondo, Gustavo Torres, Andrés Rentería y Edwin Valencia. El costo-beneficio que tuvo que pagar el club fue altísimo, tanto en lo salarial, como en lo futbolístico.

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Los desaciertos se repitieron en el 2018, aún en la gestión del ex-presidente Andrés Botero. Junto a Jorge Almirón, llegaron Fernando Monetti, Diego Braghieri, Rafael Delgado y Gonzalo Castellani, con cifras por fuera del contexto que la economía del fútbol colombiano se podía permitir. Los coletazos de esas decisiones aún se sienten, a tal punto que Monetti sigue devengando sin jugar, pues no encontró equipo luego de su paso por San Lorenzo.

A la nueva administración liderada por Juan David Pérez le tocó depurar una nómina de casi 80 jugadores, entre los que estaban en plantilla y cedidos a otros equipos pagándoles el salario. La gestión de plantilla, un proyecto que tenía plazo aproximado a los dos años para ejecutarse, tuvo que acelerarse para volver a la sostenibilidad.

¿Y el 2019?

El cierre de este año sigue siendo complicado, pero mucho más alentador al anterior: se proyectan incrementos significativos en ingresos y transferencias, lo que ayudará a estabilizar la situación. Todo siempre y cuando el fallo de TAS sobre el caso Fernando Uribe sea a favor de Nacional y no tenga que pagar la multa de 5 millones de dólares más intereses.

La eliminación ante Libertad de Paraguay en el repechaje de la Copa Libertadores privó al club de cerrar el 2019 por lo menos en punto de equilibrio, de ahí que clasificar al máximo torneo continental sea una prioridad económica año a año y no solo por lo que representa en la cancha. Por fortuna, el dinero ingresado por Jorman Campuzano, Raúl Loaiza, Carlos Cuesta y Felipe Aguilar, así como los pagos de viejas deudas pendientes, como la de Racing por Ibargüen, representó un respiro en las arcas.

Carlos Queiroz visitó la sede de Atlético Nacional

La Organización Ardila Lülle

En el imaginario del hincha existe la creencia que Nacional al ser una empresa de la Organización tiene presupuestos ilimitados año a año, billetera abierta cada semestre y que situaciones como las reportadas en el balance de Supersociedades pueden ser solventadas con inyección de capital.

La realidad muestra que el club debe ser autosostenible -lo ha sido desde 2010- y si bien el patrocinio de Postobón, con el respaldo de la Organización, es vital para el funcionamiento del equipo, las finanzas son una responsabilidad propia, de la que tienen que dar cuenta las administraciones de turno.