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Pablo Fernandez·27 de agosto de 2022
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Pablo Fernandez·27 de agosto de 2022
Pese a que el equipo sufrió varias bajas y la oncena titular ante Torque tuvo varias caras nuevas, Nacional volvió a ser eficaz y contundente para conseguir un nuevo triunfo muy cómodo, que le permite llegar al clásico quizá en uno de sus mejores momentos.
Torque, al igual que Wanderers en la fecha anterior, jugó un partido muy flojo y prácticamente no inquietó a Nacional en todo el trámite.
Pese a esto, cabe destacar al debutante Francisco Ginella, que cumplió con creces su labor en la mitad del campo, y también al arquero Martín Rodríguez, que cuando le tocó responder —un par al inicio del partido— lo hizo con seguridad.
Pero Nacional volvió a funcionar muy bien gracias a las mismas piezas destacadas de los últimos partidos: un Franco Fagúndez muy inspirado abrió la cuenta cuando apenas iban 7 minutos, otra vez con un golazo, desde afuera del área; Luis Suárez, una vez más muy activo en el ataque, con su conocida calidad tanto para descargar, como para hacer una pared o para moverse en el área y obligar a la defensa rival, puso el segundo, otro hermoso gol, con una volea de zurda tras una pared con Felipe Carballo, el otro punto alto de Nacional.
Al inicio del segundo tiempo, Torque que ya no tenía demasiadas respuestas en el partido y perdía por dos goles, sufrió la expulsión del lateral izquierdo, Agustín Peña, y ahora sí era prácticamente partido liquidado.
Nacional hizo tres goles más, todos ellos anulados por posición adelantada, antes de que Emmanuel Gigliotti, que había ingresado por Suárez al inicio del segundo tiempo —un cambio para preservar al goleador de cara al clásico—, sentenciara la goleada por 3-0 ya casi con tiempo cumplido.
Es la cuarta victoria al hilo del equipo de Pablo Repetto, que además está jugando muy bien, y ya empieza a pensar en Peñarol.